domingo, 17 de enero de 2010

Como una lagrima.

Nunca pensé que la sangre fuera el viento y las nubes que le sirven de colchón. Fluye y se estaciona entre el precipicio de mis parpados, hulle y corre en la carretera de particulas que separan mi vista del cartél descansado que llaman vida, o realidad, o presente, o tiempo o nada.

Esperando las cicatrizes, haciendo musica las heridas. Mi sangre es un mar que nada sin prisa.

1 comentario:

Zabioloco dijo...

hasta acá manchaste de sangre, al tiro...