ASI SE OYE CUANDO VOY A EMPEZAR A RECORDARTE.
ASI VEO PUES-.
Te fuiste de mi cama y dejaste el cuarto muerto, con escala a grises y a mis sueños cicatrizados con otra herida fresquesita; no encuentro cordura entre mis palabras y la azotea que te piensa que siempre se pela con mi alma donde siempre llueve. Sigues cerrando las heridas y dandole mas suspiros a mi repentina circunstancia turbia, vida mia un cielito azul purpura para mis sentidos y un verano para el corazon. Esta soledad no deja de joder, miro a mis espaldas...odio al tiempo pero saludo al mismo ruin del espejo. ¡Vuelve precensia intrusa!