Querida. Vieras cuan bruta fuerza transformas mis palabras en pestañeos abzurdos y bocanadas de tabaco delicados y como las horas de sueño que desvelas se derriten sobre la piel de tus brazos que acaricio con mi chamarra. Te acaricio con mi pensamiento y con mi imaginar de cascabel. Te quiero falsamente, con mi vieja magica idea de haberte encontrado de nuevo en mis lineas atemporales.
Eres vieja en mis recuerdos, desde aquella carita bonita que mirè adornando los salones, hasta mi mas profundo agujero negro en el que levito rumbo al acabose, mi espiral al umbral; mi vieja amiga. La pluma que empezò a escribir no con tina, si no con sangre y con lagrimas corriendo sin prisa.
Sabes, te perdiste de tanto. Te perdiste en tanto y te perdiste de mis romances con las letras, con los moteles, con las copas, con los alucinantes, con lo material, con el tiempo, con la energia, con el arte y con mi droga agridulce que siempre ha sido mi parteaguas: las mujeres. Seguro que tu te olvidabas entre el insesante ritmo de ser persona y de luchar por soñar y ser libre entre libres. Pasaste de ser mi mejor amiga a ser la ficcion dentro de mi ficcion.
Aqui seguimos mira, en una rayita diminuta que esta pintada sobre los brazos del tiempo, andando sobre nuestros jumentos cuerpos, sobre un costal de huesos y un mar de purpurina circulando nuestra nerviosa sangre; sobre tus sueños vuela mi cometa, que si bien te hace sombra, desvuela tus deseos mas negros y perpetuos de tu infierno corazon.
Que te quiero desde mi Kick hasta tu Snare.
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