domingo, 24 de abril de 2011

Te prometo.

La unica cosa que me faltaba saber pues, fue acordarme de la miseria en la que flota mi mente obtusa, memoria corrupta, cuerpo insano. Fue inefable cual cielo vainilla en los olvidos de tu amnesia, fue como si las cervezas llenaran el vacio que se formó con el paso de los años, con el paso de tu cuerpo que habia desaparecido entre la niebla de tu mundillo. Tenerte ahi, cerrando los ojos entre mi camisa y mi piel, fue rebobinar la cinta, ceniza entre el fuego de otra batalla; te quisé claro; pero la guerra que hoy vivo no se parece nada a las luchas que tu yo ganamos. Te quiero amiga, lo suficiente como para derritir mi cordura en el confin de la piel de tus brazos cascabel. Aqui la memoria no almacena fotografias ni peliculas, aqui son heridas que no terminan de cerrar. Sigo en mi tren hermoso sueño atemporal, se que en alguna otra realidad seremos tu y yo. Hasta entonces.

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