Eso de ser papá.

Admito con una mortal severa certeza que, ser papá no es ninguna responsabilidad, es al contrario: aprender a desaprender y transmitir a tu sangre otro veneno mas y una vacuna para el incurable habito de poner esa estadia en una letana incertidumbre. Eso para nada es una responsabilidad, porque ser responsable es mantener aquel empleo al que ya le agarraste un cariño de entrañas, es establecer un equilibrio en todos los aspectos de tu vida rutinaria y recaer en el concepto del buen ser humano, de la persona "no-gente"; ser responsable es adoptar algun estilo de vida y respetar las normas y la etica al cual pertenece; responsable pues es ser politicamente correcto.

Ser papá en cambio es otro mundo, otras alas diferentes. Es contagiar a la vida, que crece en el vientre de ese ser sagrado y puro que es el de "la mujer"; es contagiarle la energia de conseguir el modo de sonreir y asi buscar la felicidad; la calma entre nuestras almas y su romantica conexion con la musicalidad del exterior; es heredarle la magica maldicion de curarnos con las letras, y encontrar en las formas y las sustancias la manera de escapar de cualquier lugar en el que uno camine y se ande.

Ser papá lejos de ser una responsabilidad, es una magica maldicion de reinventar-lo todo y salvar la sangre de tu sangre. Es celebrar que seguimos vivos, no importa si perdimos el empleo, si tenemos nada. Mientras tengamos esa energia magica, los sueños en la azotea y el corazon en las entrañas; ser papá siempre será la combustion y la salud extra que necesitabamos para luchar en el mundo y regalarle el estilo y la vida al heredero de tus pasos, de tus sueños. Te quiero Sheccid.