miércoles, 27 de mayo de 2009

Romeo debe morir.

¿A donde se fue?. Ni me gusta lo que veo, intuyo y duele. Uno se acostumbra, a despedir a los cometas como avioncitos de papel para volver a soñar en la cama solitaria que me sirve de nube, y a llegar a casa, pensando claro: "estoy a salvo"; cuando el claustro de la habitacion todo malintencionado es el que te suicida.

Odio la despedida como la vida misma pero mira, sigo respirando y que coraje. Sigo creciendo con esta nostalgia, no me curo; no hay vacuna y algun otro dia me encontraras ahi sonriendo, mostrando de modo implicito en mi sonrisa que venci mis asedios, que talvez ya me gusta lo que veo! talvez pues. Hasta entonces venus.!

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