martes, 7 de julio de 2009

El amor esta en aprietos.

Parte IV. Postales de humo.
Luis se encontraba nadando el jerez de sus pupilos en la limonada que le hacia de escaparate, buscando una idea que redifiniera la causa culpable de la mutaciòn de su jumento cuerpo, encontrando y volviendo a perder la memoria; fingiendo ser piragua entre el interminable espacio de hielo-popote.

El espacio temporal que existia entre sus actos y sus pensamientos hechos arte de lo absurdo; era una particula diminuta, casi como lo era su sentir de entre su corazon y la lana de su camisa a cuadros, es decir el salto de su realidad hacia lo no real era por impocision ilogica.

Puesto que los saltos de su cordura eran por consecuencia espontaneos e inciertos, se encontraba correteando las celulas del recuerdo y del olvido y de la decensia de su incalculable locura, sus noches culpables y mas porque la oscura dama le recordaba màs la miseria de su incurable maldicion, si esa... la de ser humano. Hasta ese entonces, viò que si existìa la ciudad de los suicidas, y que èl nadaba a miles por segundo.

Era una fotografia bizarra del asunto, verlo sentado desparramando sus preocupaciones en la banca de aquel sitio ahogado de comercios, con su pelo de merengue de azucar morena, con sus vestires que siguen una tendencia suicida y ermitaña y su rostro cansado, lleno de tedio; mientras su mente era un charco puerco descifrable, lleno de codigos pantanosos y de oscuras masturbaciones; sonreia porque celebraba el milagro de estar vivo.

¿Y porque celebrar? ¿Que no estaba con su letania a raz? su pequeña filosofia de erratas caía en la falla de san andres cada que cambiaba de idea, que si queria, que si amaba, que si sexo, que si amor; era todo un globo lleno de contradicciones dulces y turbias, esque en cinco segundos era indiferencia y en seis minutos era una obsesa idea de querer estar anclado a la comisuras de las manos y dedos de su musa estrellada.

Pese a que su estado metaforico de sibaritasismo lo convertia en el rey de los caballeros inexistentes, nunca actuó al ritmo sediento de la manecilla del reloj. Lento y tosco para determinar su futuro, agil y listo para enamorar al presente; un loco cualquiera con una soga al cuello; sinonimo de fetiche en la ciudad suicida. No era un corazon palpitar, no era el mar ni las olas en su jugo; era la musica de asesinos para escuchas pesimistas.

Sentado pues, no se a quien espera; ni que es lo que observa, sabiendo que la gente es aburrida y que el entorno malgasta sus rasgos de persona que se molesta con la nada. Solo juega con las manos, con sus pies y sueña con la noche, con el cigarro que inhundó su pulmones y todos sus reproches. Cansado, pega las pestañas a la piel mustia de nervios y se sujeta al verbo de nopensar, se relaja y coje su celular; su nuevo dios entre seres lánguidos y mal encarados; suelta un suave suspiro y recita ese musical que ha traumado a mi supuesto toque estetico entre timpanos; a mi limite del entendimiento:

-Te extraño-


.....

3 comentarios:

Gina dijo...

¡¡El milagro de estar vivos¡¡¡
Levantemos las copas, quebrémoslas , celebremos el milagro de tocar un cuerpo....aunque sea el de uno mismo...

Gina dijo...

jejejejej

Zabioloco dijo...

sibarita sismos???
órale

yo tambien lo extraño momother fucker