El amor esta en aprietos.

Parte lll. La miseria y el eterno retorno.

Total que ella ni me vió, seguro fue otro espejismo de esos que salen en la TV para anunciarte la bienvenida de una fantasia que solo existe en la sala, y afuera nadamas duele. Mi interacción con el mundo de "a deveras" era meramente una burla, mucho humo en los pulmones y sin fines de deslizes que malvendian mi cuerpo, claro el jumento de batallas sin fin y sentido alguno.

Voy hacer de cuenta que una mano invisible no me maneja, que no tengo ni dios, ni escribano en mi, y que las personas que conocen el hombre de mi nombre, perdieron la esperanza de ser dignas de tal elogio. Resumo pues, he dejado en la cama los dormilones sueños, dejé las sabanas para algun complejo femenino y me he puesto a gastar la suela de mis tenis en la realidad del cemento.

-Te extrañaba, no tienes idea de cuanto, ¿donde diablos estabas metido? seguro en uno de esos viajes fugaces ó añejandote mas en tu vieja miseria, alguno de esos bares; Luis ¿Porque no me has llamado?-

Ah, que coraje...con su tonta ingenuidad suicida y su maniplador semblante, ¿como demonios quiere alguna explicacion? cuando si quiera la merece, su amnesia esta nuevesita y le falla tanto el tacto de un humano tonto. Pero aun asi le respondí.

-Pues la escuela, y cosas sin sentido que han fumado mi tiempo, pero igual si pensaba en marcarte en estos dias- Pfffff, ¿Que mas decirle?. (La verdad pensaba en mi platonico)

Ella no es la hermosa del sueño aquel todo loco, es una simple terraquea, una seda que conocí en mis dias de melancolia y triste tedio, un desliz, un dulce desliz tipo california love, de esos a los que te encarnas como huevo con tocino, jugo de naranja y wafles, cigarro y cafe americano, un desliz para una cafeteria de verano. Un amor breve para una cancion de Ann Pebbles. Y el amor breve con ella lo llegué a definir como: "Sexo con alas - sábana aeroplano" Stand by woman, stand by woman.

El encuentro con ella era casi siempre semifatal, paranoia en los vientos y armonia sexual en la punta de las narizes, nos veiamos a distancia y siempre adivinabamos la cama con su desnudez silenciada y mi pupilo estrellado. Ella lo ignoraba pero desifré su obseso enamoramiento a mi supuesto ser y mi desenfrenada adicción a los manjares de sus pieles. Lo digo porque el dia que decidí abandonar-la, ella se suicidó regresando a su monotona vida mortal. ¿Y yo? retorné de vuelta a mis castillos en el aire.

-Pero seguro no me has extrañado, tanto como yo, que hasta manipulo las nubes plastilina y trato de formar tu perfil y tus rasgos que tanto me hacen, ¿Porque no me besas? abrazame, anda...-

Mutilé mi lengua y la abandoné. Trituré mi telefono celular. Le volteé la mirada, la ignoré. Por fin le dije adios, un sentimiento por necesidad al fin se desprendía de mis sentidos y volví al paraiso de los vagabundos, al de los bohemios, los fantoches, los pedantes artistas de lo absurdo. Seguro que una mujer tiene dignidad, orgullo y el eggo en una estrella taciturna; asi que por matematica y alguna perfectibilidad ella me dejará en el album de las fotos sepia y será mas humana que persona, ojalá. Que yo la la pondré en el album de los recortes.

Así, noche con noche he estado visitando las tavernas, los infiernos, los desvanes, los paraisos curanderos de desalmados, mientras el cerebro trabaja a miles de revoluciones por segundo, el alcohol me enamora y me da la esperanza de encontrar por accidente a mi dulce sueño que casi se me olvida. Las horas huyen y retrazan mi muerte tardía y de nuevo llega el día, igual a despedida, igual a bienvenida.

Abró mis ojos y me encuentro sentado en la biblioteca de mi escuela, terminando una arbitrariedad de alguna materia de interes academico; aunque llevo aqui mas de siete horas tratando de terminar el famoso trabajo, mi cansancio es por otra cosa (suspirar y respirar) aunque la lluvia ahorita me sirva de orquesta, no concilio medicarme y ser melodico. Es tiempo de irme a mi cueva para dormir-me, pero no hay mejor cosa que matar un cigarro en la puerta de mi escuela mirando las gotas aterrizar como si fueran soldaditos atrincherados por una sola causa: inhundar a los humanos, ¡si matenlos! me uno a su causa queridas gotas kamikazes.

-¿Sabes que urbano me puede dejar cerca de la bodega alternativa?- Alguien interrumpio mi poca cordura que quedaba y se puso a la par, viendo las mismas gotas suicidas.

Era una figura femenina, con una delicada belleza, como si algun dios bizarro hubiese tallado con delicadeza sus perfiles, turbó a mis nervios, de verdad casi los masturbó.

-Pues esta a dos cuadras, no es necesario ir en transporte, llegas caminando-

-Ah orale, es que como esta lloviendo, pues nimodo de mojarme, por eso decía-

-¿Que no eres de aqui?-

-Pues estudio en el Distrito Federal, pero soy de aquí- Dijo como dudando, calculando las preguntas y respuestas de este intercambio fugaz.

Compartimos el cigarro, lo matamos simulando muchas cosas que aun desconozco; y una persona que de antemano habia observado minutos atras como me planté en la entrada de mi escuela a mirar llover, a fumar, a pensar; supó subir a mi piragua para tambien observar la sangrante lluvia, y platicar con pretextos inocentes con una persona casi "no culpable" por ser persona. Ella se despide a los veinte minutos de mi, diciendome su nombre; claro hicimos el trueque tambien le dije el mio. Y nos dió gusto.

-¿Tienes un contacto donde pueda localizarte?-

Ella sonrió, como diciendo "te estabas tardando" me dio su e-mail, y con una gesto noble y rico se despidió. La segui con la mirada mientras su figura se perdia entre la llovizna y la chismosa noche. Sonreí y sentí una calma entre mi alma y la humedad de una ciudad que esta iluminada a las ocho de la noche. ¿Esperanza?.

Mis pensamientos son un cometa, pero mis piernas no, el vibrador del celular lo impiden, ha de ser mi madre diciendo " a que hora llegas a casa " pero no, veo el telefono movil todo ingenuo y veo un numero desconocido, es un mensaje de texto, ah...¿ella? pensé que me habia dejado en las sepias, seguro ni ha de tener album de fotos. Y yo que ya guardé el mio en el ropero. ¿Si habré dejado recortes de ella?

Otro dia leo sus letras, hoy me pierdo en la guerra de mis kamikazes amigas; que tengo esperanza.

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