sábado, 28 de noviembre de 2009

No es lo mismo estar alegre que ser feliz. Entonces, ¿uno puede ser feliz estando triste? esa... la responde la cerveza.

Hoy, querido lector; preferí unas rondas de cervezas que una ronda en la cama de un delicado y bizarro motel, (osea que opté por la tristeza que por la alegria) si! preferí estar divagando-me en la barra de una taverna, que estar volando teniendo sexo con una mujer, digna de mis alaridos y suspiros; preferí ésta noche; llorar por dentro que reir por fuera.

Ya basta de la primera persona, ya quiero narrar en tercera; contar historias memorables, aventuras y odiseas de un superheroe, romances de princesos y reinas, dragones y epopeyas...pero me envuelve esta puta tragicomedia y no puedo reparar nada. Nadamas respiro y me quedo en el hubiera; OK este personaje se estaba enamorando de la puta o tal vez regresó a su errante romance con los fantasmas de su musa extraterraquea, pero seguro enamorandose de la compañia de la estupida soledad, eso si.

"¿Donde duele inspira?"


Eso de estar inspirado, ya no me gusta. Eso de crear ya no me emociona. Quiero salirme sin decir adios.

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